Conservar los alimentos en casa no es difícil, pero deben tenerse en cuenta diferentes aspectos que, en ocasiones, suelen olvidarse.
Controlar el tándem tiempo y temperatura es primordial. A temperatura ambiente, las bacterias se multiplican en pocos minutos y a una velocidad muy rápida. A temperaturas de refrigeración, esta multiplicación se retrasa y, con la congelación, se frena la proliferación. El tiempo también determina la presencia de patógenos: cuanto más tiempo esté un alimento a una temperatura ambiental, más rápido se contamina.
La temperatura de refrigeración, de 0ºC a 5ºC, frena la proliferación patógena pero no la paran, de ahí que si el tiempo en la nevera es demasiado largo, los alimentos acaban deteriorándose de igual manera que a temperatura ambiente.
Los alimentos que no se conservan en frío
Frutas y verduras: melocotón, melón, nectarina, berenjenas, calabacines o pimientos pueden verse afectados por el frío.
Frutas tropicales: aguacates, piña, plátanos o papayas, entre otros, son frutas que tampoco toleran muy bien el frío.
Chocolate: a no ser que contengan un relleno lácteo o la temperatura exterior sea muy elevada, no es necesario almacenar e chocolate en la nevera.
0 comentarios:
Publicar un comentario