Según un estudio realizado en Suiza, los habitantes de ese país dedican 34 millones de horas al año a hacer la compra. Eso supone un promedio de tres horas semanales, que supone tanto tiempo como el que le dedicamos al desayuno en una semana.
1. La gran cantidad de productos. Ahora ya no puedes ir al supermercado y comprar arroz, a secas. Tienes que escoger entre su variedad. Eso complica el momento de tomar decisiones ya que hay que evaluar cuál es la mejor opción y los distintos precios.
2. Las ofertas y promociones. Comprobar si de verdad la oferta merece la pena frente a las marcas blancas de los supermercados nos ahorra unas cuantas monedas pero nos roba muchos minutos.
4. Calcular el precio de la compra.Eso conlleva tiempo pero permite ahorrar bastante a final del mes.
3. Los supermercados se han hecho enormes. Entre tanto pasillo, es difícil encontrar lo que realmente buscas.
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