Abundan los mitos sobre los gatos: si tienen siete vidas, si siempre caen parados, si los negros traen mala suerte. Hay uno que sentimos más cerca: que ninguna persona alérgica debería convivir con ellos. Pero los felinos no son siempre los causantes de la enfermedad.
No todas las personas alérgicas desarrollarán la enfermedad ante el mismo estímulo. En el caso de los gatos, su pelo o su piel contienen un alérgeno llamado Fel d1. El especialista nos comenta que por mucho tiempo se pensó que el alérgeno era producido en la saliva y llegaba a sus pelos cuando el animal se lamía, pero según estudios realizados en gatos afeitados a los que se les colocaron aparatos que les impedían lamerse, se pudo demostrar que el Fel d1 era producido en su piel. El doctor Kiars Themme Afan, agrega que los síntomas de la alergia son picores, inflamaciones y hasta un cambio de color de la piel o sarpullidos. Según investigaciones, los niños son más susceptibles que las niñas a padecer de alergias antes de llegar a la pubertad. Sin embargo, los patrones se invierten cuando crecen y en la adultez las mujeres son las que tienen más probabilidades de sufrirla.
Si tienes alergia a los gatos y te gustan, hay solución. Lo primero que necesitas es visitar a un especialista para que te evalúe. Si concluye que la presencia de tu mascota es la causante, considera sus recomendaciones. Los consejos dependerán de tu edad, severidad de la alergia, cantidad o tipo de medicamentos que necesites para controlarla, tipo de animal y grado de contacto.
Los alérgenos del gato se adhieren fuertemente a muebles, alfombras e incluso a la ropa, por eso deberás darle mucha importancia a la limpieza de todos los muebles en que se puedan hospedar y que bañes a tu mascota, en lo posible, una vez por semana. Es importante que tengas tu hogar ventilado, los purificadores de aire con filtros HEPA son muy efectivos.
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