Sedentarismo
El ejercicio es muy importante para el bienestar físico, pero también para el mental. La falta de ejercicio, el quedarse en casa todo el día, puede llevar a una depresión. El sobrepeso y la haraganería te llevarán siempre por mal camino en temas de salud mental: reduce la movilidad física, la autoestima.
No solo es importante moverse para prevenir la depresión, sino sacar fuerzas de donde sea y practicar algún deporte si ya la estamos sufriendo. Con el ejercicio, el cerebro produce dopamina y serotonina, que nos hacen sentirnos mejor y más felices: con tan solo 40 minutos de ejercicio al día será más que suficiente, y lógicamente, te puedes tomar un descanso.
Mala dieta
La alimentación saludable no solo es imprescindible para el cuerpo sino también para la mente. Es importante alimentar a nuestro cerebro, mediante el consumo de ácidos grasos omega 3, necesarias para un tejido sano y que nuestro cuerpo no puede generar por sí mismo. Por eso, incluye mariscos y pescados de agua fría, así como también suplementos.
Mente sana, en cuerpo sano. Una máxima que no debemos olvidar.
Malos hábitos de sueño y estrés
Dormir mal o poco genera la situación ideal para padecer una depresión: siete u ocho horas de sueño, con una rutina adecuada nos ayudará a evitar esta situación. Leer o estar en la computadora hasta tarde es un error, y nos puede volver más agitados y paranoicos, bases para una depresión. Con el sueño correcto, nuestra mente está nítida y nos desempeñamos mejor.
Aislamiento
Aislarse es otro hábito que causa depresión. Evitar a los amigos y la familia, sea por la razón que sea, lleva a una depresión: aquellas personas que tienen una red social fuerte tienen menores tendencias a deprimirse. Las relaciones hacen que la química del cerebro funcione mejor.
Pensamientos negativos
Si hay algo que debemos desterrar de nuestra vida, son los pensamientos negativos. Cuando nuestro día a día se basa en todo lo malo que nos pasa, en lo malos que somos nosotros mismos u otras personas, es fácil caer en una depresión.
La vida tiene puntos positivos y otros negativos, y hay cosas que escapan a nuestro control. Cambiar la forma en que pensamos es un gran aliado para evitar la depresión y salir de ella. Hay que redireccionar los pensamientos hacia las cosas positivas, beneficiosas para nosotros, y empezar a prestar menos atención a cada detalle negativo.
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