Al igual que los humanos, los perros y gatos necesitan tener los oídos limpios para evitar cualquier mal auditivo.
Tal vez sea una tarea difícil asear esta parte de su mascota, pero vale la pena hacerlo para evitar una inflamación o infección (otitis).
Si su animalito se deja coger las orejas, use gasa esterilizada (no algodón, porque sus fibras pueden quedar dentro del oído). Remójela con un poco de agua tibia y remueva la suciedad o cerumen con facilidad.
Para mayor precisión, colóquese unos guantes quirúrgicos y enrolle la gasa, en una pinza o en su dedo, para hacer el aseo. No trate de llegar hasta el fondo del canal auditivo, recuerde que se trata de una limpieza semiprofunda. Haga movimientos circulares de adentro para afuera y cambie la gasa cada vez que sea necesario.
Una vez terminado el proceso, premie a su mascota con una galleta. Acostumbre a su animalito, desde cachorro, a la rutina y repita la operación cada 15 días para evitar la acumulación de bacterias y de cera.
0 comentarios:
Publicar un comentario