Los síntomas descritos se producen porque, ante una situación de estrés, nuestro cuerpo se prepara automáticamente para luchar o para huir. Se liberan unas hormonas (las hormonas del estrés) que dan lugar a una serie de cambios fisiológicos:
- Para huir o luchar es necesario que los músculos se tensen, de ahí que las contracturas y problemas musculares sean tan típicos en personas estresadas.
- El corazón late más deprisa para llevar más sangre y oxígeno a los músculos que van a necesitarla para huir o luchar, y la respiración se acelera.
- Nuestro cuerpo considera que debe enviar la mayoría de sus recursos a los órganos que más lo necesitan en ese momento (los encargados de la lucha o huida), de manera que hace que las funciones menos necesarias en ese momento se vuelvan más lentas. Esto es lo que sucede con la digestión. Si sientes miedo, las contracciones y secreciones del duodeno y el estómago se inhiben, mientras que si sientes ira, se aceleran.
- El sistema inmunitario también se ve inhibido por el mismo motivo (la energía hace más falta en otros órganos).
Esta es una respuesta diseñada para funcionar a corto plazo, que nos permite afrontar de manera más efectiva una amenaza inmediata. El problema aparece cuando el estrés se hace crónico, y esta respuesta se prolonga en exceso. Cuando esos cambios fisiológicos se prolongan en exceso pueden acabar causando daño y enfermedad.
Por ejemplo:
- El estrés hace que aumente la densidad de la sangre, y esto puede aumentar la probabilidad de formación de coágulos.
- Al estar disminuida la respuesta inmunitaria, aumenta la probabilidad de padecer infecciones.
- Cuando aparece una célula cancerosa, un sistema inmunitario sano la destruye. Si este sistema está inhibido por el estrés, la probabilidad de cáncer es mayor.
- Al estar afectado el aparato digestivo por el estrés, pueden aparecer dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, acidez de estómago, úlcera, etc.
- El estrés puede hacer que la probabilidad de abortar aumente en un 50%.
- Los síntomas similares a las alergias que padecen algunos trabajadores de oficina (asma, dolor de cabeza, eczema, sinusitis) y que se ha dado en llamar síndrome del edificio enfermo, puede ser en realidad una consecuencia del estrés.
- El dolor de cabeza es un síntoma muy típico asociado al estrés. Es un dolor producido por tensión muscular. Hay personas que tienen una predisposición biológica a convertir el estrés en tensión muscular.
- El estrés puede ser también el causante de la migraña, aunque en este caso, el dolor aparece una vez que la causa de estrés ha desaparecido.
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