Si bien es cierto que tener pareja es algo gratificante, hay que tener en cuenta también que no es algo tan sencillo, pues requiere el compromiso de ambas partes y porque, como en toda relación humana, siempre surgirán algunas diferencias que ambas partes deben saber manejar para mantener una relación sana.
La comunicación es vital para la supervivencia de la relación. Es necesario que ambas partes lo entiendan y evalúen constantemente los problemas que puedan surgir y así ver cómo se puede mejorar. Nunca hay que darle la espalda a los problemas, porque ese podría ser el inicio del fin de la relación.
Al respecto, Gregory L. Jantz, doctor en psicología y experto en relaciones, escribió un artículo en el portal especializado "Psychology Today", donde señaló que “el camino hacia el logro de una relación feliz requiere iniciar nuevos hábitos y contribuir a nuestra relación en formas nuevas y mejoradas”.
En ese sentido, el especialista nombró cuatro hábitos muy comunes que pueden destruir las relaciones.
Dar la espalda a los problemas
Ninguna relación es inmune a un desacuerdo ocasional, la decepción o malestar. La gente maneja estas situaciones en muchas formas, y algunos lo hacen mejor que otros. Una de las respuestas más destructivas, sin embargo, puede ser no hacer nada en absoluto´, dice el experto. Aislarse, quedarse callado o evitar discutir el problema son reacciones que ´no permiten superar el conflicto. En su lugar, crean un estancamiento poco saludable que puede generar malentendidos y resentimiento
Competir
Ver la relación como un juego es un problema, porque en un juego hay puntuación, ganadores y perdedores, y, lo peor de todo, tramposos, señala el psicólogo. ´Poner puntajes en las relaciones, incluso para cosas simples -como quién sacó la basura último- puede convertirse en un hábito tóxico que socava la conexión. Con esto, se aleja el propósito de mantener una colaboración desinteresada, y dirige la energía hacia la competencia´, es decir, se centra en quién aporta más a la relación.
Hacer comparaciones
´Las redes sociales son una plataforma perfecta para hacernos codiciar la vida de amigos. En esa cultura, es fácil quedar atrapado en la trampa de la comparación de nuestras relaciones con las de otras personas basándonos en sus fotos, estados y etiquetas´, señala Gregory. ´La realidad, sin embargo, es que es imposible conocer la verdadera profundidad de una relación a través de redes sociales. Por otra parte, la comparación no es buena para la construcción y la estima de tu propia relación
Tomar al otro por sentado
Es fácil caer en la rutina, especialmente en las relaciones largas. ´Sin embargo, hay una diferencia entre sentirse cómodo con una persona y tomarla por sentada´, dice el experto, señalando que lo último significa que no aprecias ni reconoces cómo el otro contribuye a tu felicidad. ´Para mantener una relación saludable y satisfactoria, expresa gratitud y aprecio por la otra persona
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